Señores políticos:
El pasado 20 de diciembre de 2015 las urnas hablaron y, a pesar de la cercanía de las Navidades, el mensaje fue claro. Que ustedes, nuestros empleados, no se quieran enterar, es lamentable. Tenemos la fantástica oportunidad de ponernos todos de acuerdo y gobernar en consenso, pero no, es mucho más razonable dedicarse a la pelea de a ver quien la tiene más grande, que a pensar en el pueblo. Tenemos la fantástica posibilidad de abrir un nuevo periodo donde todos importen, de verdad y no como ha sido hasta ahora en el que había que contentar a minorías para poder gobernar (y las consecuencias y el precio que estamos pagando por eso son más que desorbitados e injustos). Pero no, ustedes los políticos, nuestros empleados, nos demuestran en cada una de sus intervenciones que les importamos una mierda no, menos que una mierda.