Vaya por delante que pienso que la culminación de una sociedad machista es el maltrato y la violencia de género y su última consecuencia es el asesinato de mujeres. Lo pienso de verdad y quiero que sea lo primero que leas, porque lo que tengo que decir a continuación podría dar la impresión de que no pienso así.
Una prueba de que llevo muchísimos años involucrado en la defensa de los derechos de la mujer y de que pienso así, es mi participación altruista en el proyecto Elígete de Miriam Díaz-Aroca. Cuando Miriam me llamó para pedirme ayuda, no dudé en contestar afirmativamente. El proyecto lleva algo de mí. Realicé la proyección audiovisual que se puede ver en la representación, el "teaser" de la obra, las primeras fotos de escena para la prensa y el vídeo-resumen de la obra. También participé aportando ideas de escenografía y colaboré con mis compañeros de iluminación y sonido.
Fotografía de Escena de la obra de teatro interactivo "Elígete - Dale a la Vida" de Miriam Díaz-Aroca |
¿A cambio de qué? Pues únicamente de la satisfacción personal, porque no solo no cobré nunca nada, teniendo que pagar a los colaboradores a los que llamé para ayudarme, ni tampoco sirvió para promocionarme, porque las fotos de prensa no me citaban la mayoría de las veces y mi nombre ni siquiera figuraba en la ficha del equipo, ni nadie relevante supo que yo estaba detrás de todo eso. A toro pasado sí que me importa y, tal vez tuve que hacer algo, pero en en ese momento no me importó lo suficiente.
También llevo años dedicando esfuerzo a ayudar a mujeres codependientes inmersas en los problemas de alcoholismo de sus parejas, que derivan muchas veces en malos tratos psicológicos y físicos. Así que sí me importa este tema y me importa de una manera activa.
Queda mucho por hacer. Aunque hemos avanzado mucho desde que, en los años 90, el maltrato podía generar un gag cómico, del que sus autores se arrepienten, todavía queda mucho por hacer.
Martes y Trece:
María Ascensión del Calvario. Mi marido me pega:
A pesar de que el gag continuaba con otro que enviaba a Demetrio, marido de María Ascensión del Calvario, a tomar por culo por degenerado y mala persona en su entierro, Millán Salcedo, nos habla del nivel de censura actual y las críticas que aún recibe por ese gag.
Estoy seguro que la información y, sobre todo, la educación de las generaciones venideras podrán paliar este problema. Algo inherente al ser humano, que es dominante o dominado, líder o gregario, pero que tiene ser capaz de controlar sus frustraciones y no desahogarse con violencia a cada inconveniente que le aparezca.
Pero esa educación debe ser efectiva ya y desde todos los ámbitos. Sigo sin entender por qué Los Simpson, Padre de Familia (Family Guy) o Padre Made in Usa (American Dad) se siguen emitiendo en horario infantil en TV. No creo, por mucha crítica social que sean, que lo son, que un niño pueda entender, como sucede en el episodio donde Bart Simpson tiene que casarse si no quiere que sacrifiquen a su becerro, que el cura diga literalmente que a nadie le interesa lo que una mujer tenga que decir, después del "sí quiero" de Bart.
Los Simpson son excelentes, llevo enganchado desde hace años a ellos, pero nunca he creído que sea un contenido para niños, lo mismo que las otras dos series de dibujos animados "para adultos".
Los cambios en las leyes deben ser tajantes y que el maltratador pierda todos sus derechos debería ser instantáneo, amén del cumplimiento sin paliativos de las penas de cárcel que deriven de sus delitos. Queda mucho por hacer y trataré de seguir involucrado y aportar todos los granos de arena que pueda ya que yo no soy la sociedad y aunque mi comportamiento trate de ser lo mejor posible, la sociedad tiene problemas muy serios que resolver.
Sin embargo donde quiero profundizar con este artículo es en las necedades del lenguaje que nos tratan de imponer, poco a poco, despacio, pero sin pausa, desde varios colectivos sociales y políticos.
Para llegar a donde quiero y que se entienda mi punto de vista, voy a comenzar expresando mi opinión sobre lo que los políticos han ido haciendo con en lenguaje, hasta convertir en normal lo que no lo es.
Partimos de la base de que somos uno de los pocos, sino el único país del mundo donde se subtitulan las noticias locales en los telediarios y nos gastamos cientos de miles de euros al año en intérpretes y traductores en el Senado, porque unas personas que saben hablar perfectamente castellano, idioma oficial del reino, prefieren hacerlo en sus idiomas cooficiales, a los que hemos dado mucha más importancia de la que merecen.
Hace poco quise publicar: "¡Por fin he encontrado un colegio bilingüe en suajili y tagalo! No sea que mis hijos salgan al mundo sin saber idiomas importantes". Ahí lo dejo para quien me quiera entender.
Esa importancia se traduce en que saliendo de Madrid por la A6 los carteles de la autovía te dicen que vas de camino a "A Coruña", o que se diga "Donosti", "Xativa", "Lleida" o "Llirona" (lo pongo así porque es así como suena), en esos telediarios subtitulados y que se haya convertido en lo "normal", porque hay que cuidar no, mimar, la "plurinacionalidad" de nuestro país y maltratamos un idioma que hablamos más de 500 millones de personas en el mundo, en beneficio de otros idiomas que hablan unos pocos.
Fuente: Instituto Cervantes |
Si yo te digo que me voy de fin de semana a "London", seguro que piensas que soy imbécil o un pijo engreído. Tenemos un idioma común muy rico y capaz de expresar perfectamente todo lo que necesitamos decir: Londres, La Coruña, San Sebastián, Játiva, Lérida o Gerona, entre otros muchos. También se puede saber hablar en vascuence o veranear en Vascongadas en lugar de en "euskera" o "Euskadi". Es como si yo te digo que sé hablar "English"...
Sin embargo si dices Vascongadas o vascuence, Lérida o Gerona, te miran raro porque lo otro es lo que han convertido en lo "normal". Vamos a ver que pasaría si un grupo de varones ofendidos, se atreviese a protestar sobre la feminidad de algunas profesiones. Así deberíamos llamar "tenisto" al hombre que se gana la vida con el tenis, o "electricisto" al señor que te hace la instalación de la luz. Si pasamos al mundo animal, a partir de ahora se denominará "jirafo" al macho de la especie, al igual que "sepio", "langosto", "cucaracho" o "meduso". ¡No seamos idiotas!
Así que ahora resulta que la capacidad de expresar neutralidad de nuestro idioma es una ofensa para feminazis y progres de pacotilla. Resulta que un "nosotros" es ofensivo porque no expresa quiénes estaban con total exactitud. El género femenino es exclusivo en español. Con un "nosotras", "vosotras" o "ellas", se expresa perfectamente que había un grupo de mujeres en el contexto, pero si se dice un "nosotros", "vosotros" o "ellos" neutro, no queda claro si todos eran varones y, de paso, se ofende a las mujeres. ¡No estoy de acuerdo!
Además de seguir diciendo "la mar" porque me gusta más, suelo poner un ejemplo, porque también hablo italiano, y en esa lengua la forma educada de hablar (nuestro usted) se hace usando la tercera persona del femenino, que es muy bonito e interesante. En inglés un "We", "You" o "They" no expresa ningún género en particular, teniendo que añadir si se trata de mujeres, hombres o de todo en la frase, si es que se quiere especificar.
Resulta que nos quieren convencer de que la forma neutral de expresarnos está directamente relacionada con un sistema patriarcal y machista que atenta contra las mujeres. O sea que teniendo una manera exclusiva de referirse a ellas mismas, prefieren atacar a algo que, según ellas, ofende a todo el género.
Y así nos encontramos con que decir "compañeros y compañeras", "amigos y amigas" o "miembros y miembras" se tiene que convertir en lo normal y, seguramente habrá que ir añadiendo "compañeres", "amigues" y "miembres" para no ofender a los que nos son ni masculinos ni femeninos. A lo mejor deberíamos tomar la forma de hacer plurales del italiano y decir "nosotri", "vosotri" o "elli" para que todos estén contentos.
Tolerancia cero y leyes estrictas contra el maltrato. |
No estoy en contra de que el idioma evolucione y se enriquezca, pero la mayoría de nosotros no pretende acosar ni menospreciar a nadie usando correctamente el lenguaje y, como he dicho al principio, hay muchas cosas que resolver pero la radicalización de estupideces no ayuda y sería preferible que nos esforzásemos en buscar soluciones factibles en lugar de perder el tiempo en tonterías.
El feminismo no se tiene que convertir en un ataque. Se puede ser feminista si se pretende la igualdad entre géneros sin necesidad de buscarle tres pies al gato en todo. Con ser tolerante, se avanza mucho más, pero claro, "el que no llora no mama" y se habla más de uno si se protesta, aunque sea por bobadas.
Afortunadamente la mayoría de la gente no es un maltratador, igual que la mayoría no roba o no mata, pero indudablemente hay que buscar fórmulas factibles que hagan desaparecer o reducir al mínimo este problema del maltrato, pero hacer sentir que los hombres somos unos acosadores por defecto, creo que no es el camino. No me gustaría que un "hola guapa" se convirtiera en delito y vamos camino de ello porque vivimos en un mundo en el que los que más piden tolerancia son los más intolerantes. Un mundo con demasiado resentimiento que protesta mucho, sin aportar soluciones.
No hay comentarios :
Publicar un comentario
Tu opinión es importante. Di lo que tengas que decir sin cortarte, pero sé respetuoso.
Gracias.