Sres. Políticos de España,
destruir siempre ha sido mucho más fácil que lo contrario. Es una postura muy cómoda en la que es sencillo tener protagonismo. Es mucho más fácil pisotear un castillo de arena que ponerse a ayudar a terminarlo y encima hablan de uno porque, en realidad, "el castillo estaba mal desde el principio".
¡Ignorantes aprovechados!
Los grandes partidos representan, se supone, a más del 80% de la población española. Digo se supone porque la imagen que transmiten es que solo se representan a ustedes mismos.
¿De verdad son ustedes tan mediocres y egoístas que son incapaces de arrimar el hombro juntos en beneficio de todos, ustedes incluidos? ¿Es mejor tener dos Españas o cinco o diecisiete? ¿Es mejor un país donde existan tantas diferencias entre unos y otros, dependiendo de dónde se viva?
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Durante casi 40 años se han estado dando concesiones a las minorías con tal de permanecer en el poder. Bien, esos casi 40 años ya han sido prueba más que suficiente de que así no vamos a ninguna parte mejor.
Es tan sencillo como PENSAR EN TODOS, empatizar con una sociedad que ya está harta de pagar impuestos para que se salve la banca, cobren los políticos y, de paso, los avispados de ambos colores, se lleven los euros en sacas a cualquier banco suizo.
Ni siquiera hace falta cambiar la ley electoral. Hace falta un sistema educativo basado en el respeto y en los valores, además de en el conocimiento, para que las generaciones venideras sean productivas, en lugar de ver como nuestros jóvenes o se van de España o nunca van a trabajar, y que ustedes se pongan a colocar ladrillos juntos, en consenso, en lugar de estar de cuatro en cuatro años tirándose los trastos a la cabeza mutuamente, pisoteando el castillo de arena anterior y criticando sistemáticamente los nuevos proyectos.
Ser demócrata es meterse en la piel de los demás y actuar en consecuencia construyendo, que para destruir cualquiera sirve.
Foto del Congreso descargada de Internet (libre de derechos)
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