Hay varias cosas que detesto profundamente. Las dos primeras están relacionadas con la basura, ya que detesto tirar comida y tirar aire. Es absurdo comprar de más y que la comida acabe en la basura, de la misma manera que me parece tonto que la bolsa acabe con más aire que plástico.
Es por eso mi nevera está casi siempre medio vacía y también la razón por la qué aplasto los envases antes de tirarlos.
También, y con más intensidad, detesto a los mediocres que se ponen la máscara de intelectuales aleccionando a los demás con sus discursos grandilocuentes, tan vacíos como insulsos.
Nunca me las he dado de nada y es posible que alguna vez haya debido hacerlo y no lo hiciera, "mea culpa". No creo que ninguna calle o museo acabe con mi nombre. No me las doy de genio, sólo soy alguien que intenta ayudar y hacerlo lo mejor posible, aprendiendo cada día para ser y hacer feliz a quien esté a mi lado compartiendo este viaje.
Si el destino quiere que muera solo, así será. Seguramente he nacido en el sitio o en la época equivocada, pero eso no hace que pretenda ser lo que no soy, siendo feliz con lo que tengo dentro y sintiendo que otros son felices con lo que tengo para ellos, haciendo que para nada, me sienta solo.
Solos nacemos y solos morimos; mediocres y menos mediocres, todos por igual
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